Erróneamente se considera a Esopo el creador de la forma narrativa que conocemos como fábula. Debido a este error–propio de quienes piensan que el mundo antiguo se limitaba a Europa, Oriente próximo y el norte de África–, se cree también que la cuna de tales narraciones es Grecia, lugar de nacimiento de Esopo. Pero estudios antropológicos y literarios hechos en la segunda mitad del siglo XX determinaron que la fábula tuvo su origen en la India y de aquí pasó a Sumeria. Esopo, sin embargo, es el fabulista por antonomasia. No sólo por la calidad de sus obras sino también por ser el primer autor de fábulas de quien se conservó su nombre.
Las conocemos, pero siempre es interesante releerlas para aprender más de ellas. Las Fábulas de Esopo nos llegan en la edición de Caravasar libros.
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